El mercado inmobiliario de Rumania se encuentra en un acelerado ascenso desde el primer trimestre del presente año. Este hecho se confirma tanto por la estadística a nivel nacional como por las conclusiones de algunos especialistas en este dominio.
Este año el sector residencial cuenta con algunos factores positivos: el desarrollo del mercado de la vivienda nueva, el crecimiento de la demanda para casas y terrenos, así como el interés que sigue despertando el programa estatal “prima casa” y no menos importante la eliminación del impuesto del 3% sobre los ingresos para los primeros 100.000 euros de una transacción inmobiliaria que pagaba el vendedor.
En Bucarest se demandan apartamentos de hasta 120.000 euros. La mayoría de los pequeños inversores tienen un presupuesto de entre 70.000 y 120.000 euros. Estos están divididos en dos tipos: los que siguen el programa estatal prima casa y se orientan generalmente hacia los apartamentos de 2 habitaciones o estudios y tienen una expectativa de rendimiento de 4-5% anual y los inversores con presupuestos por encima de los 75.000 euros que se orientan hacia las zonas centrales y norte de Bucarest, persiguiendo un rendimiento de 5-6%. Otras ciudades como Cluj –Napoca, Brasov o Timisoara también siguen por esta linea crecimiento.
“El mercado residencial de vivienda usada marcha a un ritmo constante con leve crecimiento en algunas zonas. En cuanto al mercado de la vivienda nueva creció de forma rápida y constante en los últimos 12 meses. Se anuncian una serie de proyectos nuevos grandes y pequeños desarrollados por promotores consagrados, pero también por inversores pequeños y no hablamos solo de bloques residenciales, si no también proyectos de casas. El número de transacciones en este segmento a veces sobrepasa la capacidad de los constructores para entregar las nuevas viviendas, así que, en estos momentos hay promotores que han vendido el 80% de los edificios que entregaran hasta final de este año o mediados del año que viene” según Radu Valsan, Broker/owner RE/MAX Central de Brasov.
Aunque el programa gubernamental de financiación sigue siendo la primera opción de los rumanos, en 2017 se ha incrementado la demanda de créditos comerciales y algunos bancos han relajado las medidas de accesibilidad a los créditos hipotecarios.
Como otra novedad destaca la orientación de los bancos hacia las compañías, en el sentido de flexibilización de los sistemas de financiación para estas, aunque todavía se esperan mejoras en este sentido, por parte de los promotores.