Inversores de origen libanes, sirio, palestino y jordano han intensificado sus actividades de inversión en el mercado inmobiliario rumano. Este último año han materializado adquisiciones que suman más de 30 millones de euros. Según los cálculos de Capital.ro
Uno de los inversores más activo ha sido el Sr. Jabra de origen libanes, que se asoció en 2015 con dos empresarios rumanos. Bajo esta fórmula han pagado el año pasado 5,2 millones de euros por una parte de la antigua fábrica de pan de Baneasa y quieren comenzar a construir un residencial con 352 apartamentos, este verano. La inversión final será de 37 millones de euros.
El citado inversor, comenzó sus negocios en Rumania comercializando café y fabricando productos alimenticios como el chocolate y bollería y también lácteos. Negocios que fue vendiendo a grandes corporaciones del sector. De forma paralela a estos negocios el inversor entro también en el mercado inmobiliario, desarrollando un edificio de oficinas de 6800 m2 en la zona este de Bucarest en 2008. Este edificio se vendió en cuatro años después por 15 millones de euros, en estos momento posee una cartera de activos inmobiliarios bajo la forma de edificios de dimensiones mediana y pequeña que sumarian unos 3000 m2 aproximadamente.
Por otra parte el inversor de origen sirio Mohammad Alabdi, propietario de una de las mayores granjas de zootécnica de Rumania, ha pagado a finales del mes de enero 15 millones por la adquisición del centro comercial Armonia de Braila, que se encontraba en quiebra desde 2011. Dos meses después vendió esta misma propiedad a un inversor chino, hasta el momento desconocemos la suma a la que ascendió la venta.
Abdulwahed Nour Ideen de origen sirio ha pagado 4,8 millones de euros por la adquisición de los centro comerciales Galleria de Arad y Piatra Neamt. Las pérdidas del vendedor han sido enormes, teniendo en cuenta que ha invertido decenas de millones en la construcción de los dos centros comerciales.
Otro ejemplo lo representa Mohamed Hassanain, rumano de origen palestino. El propietario de clínicas médicas, junto con un socio jordano, quiere construir un hospital privado y bloques de viviendas en el emplazamiento de la antigua fábrica Tricodava, en el barrio Drumul Taberei de Bucarest. La adquisición del terreno de 26.500 m2 costo 7 millones de euros. En estos momentos se han demolido las construcciones existentes y se prepara el terreno para la construcción de un hospital privado y 700 viviendas.