En los últimos años, los promotores de complejos residenciales de la Capital y de las grandes ciudades de Rumania han cogido el viento a su favor, de forma que la oferta de vivienda nueva en el mercado ha crecido visiblemente. Aun así, los apartamentos de los viejos bloques siguen siendo una opción válida para muchos potenciales compradores.
En lo que concierne a la demanda de vivienda en el mercado autóctono, un representante de la empresa Esop Consulting, pone de relieve un interesante dato del Instituto Nacional de Estadística (INS), concretamente, cerca de 300.000 rumanos pasan por un cambio en el estado de la familia cada año: ya sea el matrimonio, divorcio, la aparición de un hijo. Una conclusión acertada seria que estas personas se ven de forma implícita necesitadas de un cambio de vivienda. „Ahora otra pregunta es si estas 300.000 personas tienen la capacidad y pueden comprar una vivienda, nueva o vieja”.
Las construcciones nuevas tienen margen para crecer
Más allá de la respuesta exacta a la pregunta anterior, está claro que, aunque la construcción de vivienda nueva está en una tendencia de crecimiento, este segmento no puede satisfacer totalmente la demanda del mercado. Para comparar el representante de Esop puntualiza que, según el INS, la cifra más alta de entregas de viviendas desde 1990 hasta nuestros días se produjo en 2008, cuando a nivel nacional se finalizaron 67.000 unidades; en los últimos años, por otra parte las entregas de viviendas anuales han llega a las 50.000 unidades. La diferencia frente a la demanda potencial es muy visible – pero se siente mucho más en las ciudades pequeñas y medianas del país, donde la actividad en la construcción de viviendas nuevas es extremamente baja o casi inexistente.
Los antiguos bloques de apartamentos pueden ser atractivos para potenciales compradores también en las grandes ciudades, como confirma en estos momentos la real efervescencia de los promotores residenciales. Y esto se debe principalmente a las localizaciones favorables. De forma que, aunque en los últimos años han aparecido proyectos residenciales nuevos en mejores zonas de Bucarest, los precios de estos son todavía prohibitivos para una categoría importante de compradores, como serían los beneficiarios del programa estatal Primera Casa. „Alguien que tiene 65.000 euros y quiere comprar un apartamento con 3 habitaciones no ira a una zona central, se ira a los proyectos más baratos del extrarradio o de Ilfov” dice un representante de Premier Estate Management.
La localización importa!
Es de esperar que no todos los compradores con restricciones desde el punto de vista financiero acepten la variante de ir a la periferia de la ciudad. Un estudio reciente de Imobiliare.ro revela que la importancia del emplazamiento de una propiedad ha crecido del 53.7% en 2015 al 59.8% en 2016. La atención acordada al factor de la localización lo reconoce también un representante de Esop Consultin „He observado que para el comprador es importante encontrar vivienda en la zona a la que se ha acostumbrado : una gran parte de las personas ponen el acento en esto: si han vivido antes en el barrio de Titan o en el de Militari hay una probabilidad grande de que compre en ese barrio” Otra aspecto importante relacionado con la localización lo representa la proximidad de las escuelas, jardines de infancia, hospitales etc.. Seguido del acceso a los medios de transporte públicos (especialmente el Metro), pero también la proximidad del lugar de trabajo.
En este contexto, es evidente que, para los clientes con un presupuesto limitado, pero que quieren vivir en una determinada zona, los apartamentos viejos siguen siendo una opción validad- tanto tiempo como, seguramente, los precios de estos se mantengan a un nivel competitivo comparado con las alternativas similares del mercado de vivienda nueva.
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